Las enfermedades periodontales afectan al periodonto, es decir, a los tejidos que sostienen a los dientes. Son patologías infecciosas, causadas por bacterias. Hay dos grandes grupos de enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis.
La periodontitis es una forma más grave de enfermedad periodontal que se desarrolla a partir de la gingivitis no tratada. Afecta los tejidos de soporte de los dientes (principalmente encía y hueso) y puede causar pérdida dental. Los síntomas incluyen mal aliento, sarro, retracción de encías y movilidad dental.
La gingivitis es una inflamación leve de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana. Los síntomas incluyen encías rojas, inflamadas y sangrado al cepillarse. Es reversible con tratamiento dental y buena higiene bucal.
La gingivitis se trata de una afección reversible, eliminando el sarro que causa la inflamación. Conocer cómo realizar un cepillado dental eficiente ayuda a prevenir su aparición.
Se trata de una afección reversible. El tratamiento de la gingivitis comienza por una limpieza dental profesional por dentistas especializados.
Las medidas de prevención son fundamentales para tratar la gingivitis. Un cepillado correcto por parte del paciente ayudará a evitar que vuelva a aparecer.
Casos más complejos pueden desembocar en gingivitis necrosante. La gingivitis necrosante es una infección severa de las encías, caracterizada por la inflamación intensa, dolor y la necrosis de los tejidos gingivales. También conocida como «gingivitis ulceronecrosante», esta condición afecta principalmente las papilas interdigitales (el tejido entre los dientes). Los síntomas incluyen:
El tratamiento inmediato es crucial, e implica una limpieza profesional profunda, eliminación de los tejidos necrosados y, en algunos casos, el uso de antibióticos para controlar la infección.
La periodontitis, en cambio, presenta una mayor complejidad en su tratamiento. Por eso es importante evitar que aparezca a través de la actuación preventiva. Una vez aparece, la periodontitis se puede tratar de la siguiente forma:
El raspado dental es una limpieza más profunda que la habitual, destinada a eliminar tanto la placa como el cálculo bacteriano que se acumulan en la superficie de los dientes y debajo de las encías.
Este procedimiento se realiza en dos niveles:
Supragingival: Elimina la placa y el sarro presentes por encima de la línea de las encías.
Subgingival: Elimina la placa y el cálculo acumulados debajo de las encías, en áreas más profundas, donde el cepillado o las limpiezas regulares no pueden alcanzar.
Puede ser necesaria cirugía para tratar enfermedades periodontales y periimplantarias. La cirugía periodontal resectiva elimina bacterias en las bolsas profundas y corrige defectos anatómicos. La cirugía periodontal regenerativa repara defectos óseos alrededor del diente usando materiales como injertos óseos y membranas.
Actuaciones médicas focalizadas en: Verificación de la situación clínica diente por diente. Valoración de su higiene bucal. Eliminación del cálculo y bacterias de forma individualizada, según la situación de las diferentes zonas de la boca.
Una vez solucionado el problema, será siempre necesario un mantenimiento efectivo y seguir unas estrictas pautas de higiene oral para evitar que vuelva a aparecer.
La periodontitis necrosante es una forma aún más grave y destructiva de enfermedad periodontal, que afecta no solo las encías, sino también los ligamentos periodontales y el hueso que sostiene los dientes. Esta condición también es conocida como «periodontitis ulceronecrosante» y puede llevar a la pérdida dental si no se trata adecuadamente. Los síntomas incluyen:
El tratamiento de la periodontitis necrosante incluye un enfoque más agresivo, que puede consistir en una limpieza profunda (raspado y alisado radicular), antibióticos y, en algunos casos, cirugía para restaurar los tejidos dañados. Además, se debe tratar cualquier factor subyacente, como la malnutrición o el VIH.
La principal diferencia entre una enfermedad periodontal (como la periodontitis) y una enfermedad periimplantaria es que la enfermedad periodontal afecta los tejidos alrededor de los dientes naturales (encías y hueso), mientras que las enfermedades periimplantarias se enfocan en los tejidos que rodean los implantes dentales.
La mucositis periimplantaria es una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos blandos que rodean un implante dental. Se produce debido a la acumulación de placa bacteriana en la superficie del implante, lo que provoca inflamación y enrojecimiento de las encías.
La periimplantitis es una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos que rodean un implante dental. Se produce debido a la acumulación de placa bacteriana, lo que genera inflamación en las encías y pérdida del hueso que soporta el implante. Es similar a la periodontitis, pero afecta exclusivamente a los implantes dentales.
El tratamiento depende del grado de avance de la enfermedad:
Limpieza profesional:
El primer paso en el tratamiento de la mucositis es realizar una limpieza profunda de los implantes, eliminando la placa bacteriana y el sarro acumulado. Esto ayuda a reducir la inflamación de los tejidos blandos y a prevenir la proliferación bacteriana.
Terapia antibacteriana:
En esta fase, se recomienda el uso de antisépticos y antibióticos para controlar la infección y reducir la inflamación. Los antibióticos pueden ser administrados de forma local o sistémica, dependiendo del caso.
Una vez solucionado el problema, será siempre necesario un mantenimiento efectivo y seguir unas estrictas pautas de higiene oral para evitar que vuelva a aparecer.
Si la mucositis no se trata adecuadamente o si la infección progresa, puede afectar el hueso que sostiene el implante, lo que podría derivar en una periimplantitis. Los tratamientos en estos casos son más complejos y conllevan intervención quirúrgica:
Intervención quirúrgica:
Si la mucositis avanza a periimplantitis, puede ser necesario realizar una cirugía para eliminar el tejido infectado y/o reparar el daño óseo. Esto podría incluir el uso de injertos óseos para regenerar el hueso perdido alrededor del implante.
Mantenimiento a largo plazo:
Después del tratamiento, se recomienda realizar limpiezas regulares y revisiones periódicas para asegurarse de que no haya recaídas y para mantener el implante en buen estado. El mantenimiento adecuado es esencial para prevenir la progresión de la enfermedad.
Una vez solucionado el problema, será siempre necesario un mantenimiento efectivo y seguir unas estrictas pautas de higiene oral para evitar que vuelva a aparecer.
Un injerto de encía está indicado en aquellos casos en que los dientes o implantes muestran la raíz por encías retraídas, cuyo principal objetivo es el recubrimiento radicular o la ganancia de encía queratinizada.
El alargamiento de corona es una técnica quirúrgica que pretende lograr una mayor exposición de estructura dentaria. Es una técnica sencilla y predecible que puede mejorar la estética en pacientes con márgenes gingivales desiguales y exposición excesiva de encía o exposición incompleta de la corona del diente.
Aunque la gingivectomía y el alargamiento coronario tienen objetivos similares en cuanto a mejorar la exposición de la corona dental, son procedimientos diferentes. La gingivectomía es una intervención en la que se elimina una porción del tejido gingival para reducir el exceso de encía visible, a menudo en casos de "sonrisa gingival", donde las encías cubren demasiado los dientes al sonreír. Este procedimiento se utiliza para lograr una mejor estética, pero no implica cambios en el hueso subyacente.
Estos procesos inflamatorios raramente cursan con un dolor intenso, por lo que muchos pacientes los padecen sin ser conscientes de ello. Los primeros signos y síntomas que aparecen en las fases más tempranas de la enfermedad (gingivitis) son:
Enrojecimiento e hinchazón de las encías.
Sangrado de las encías al cepillarse los dientes o de un modo espontáneo.
Cuando las enfermedades periodontales han evolucionado a periodontitis, suelen aparecer otros síntomas tales como:
Retracción de las encías, sensación de dientes más largos.
Movilidad de los dientes.
Separación de los dientes.
Aumento de la sensibilidad dentaria, sobre todo al frío.
Sensación de quemazón y dolor de encías.
Mal aliento.
Aparición de abscesos y flemones en la encía.
La gingivitis además de producir inflamación de la encía y sangrado, sobre todo al cepillarse, en algunos individuos evoluciona a periodontitis, la periodontitis al destruirse el hueso que soporta los dientes en los maxilares provoca movilidad y separación de los dientes. Con el tiempo los dientes acabarán perdiéndose, bien por la necesidad de extraerlos debido a su inestabilidad o bien por caerse prácticamente solos.
Las causas de la gingivitis y la periodontitis son comunes. Se trata de enfermedades de origen infeccioso bacteriano. Se debe a unas bacterias que todos tenemos en la boca, alrededor de los dientes, y que si no eliminamos correctamente, ganan acceso al espacio entre el diente y la encía y pueden colonizar este espacio creciendo en número y provocando la reacción inflamatoria y destructiva que define a estas enfermedades.
Las bacterias por si mismas no son capaces de provocar las consecuencias de estas enfermedades, sino que necesitan de un individuo susceptible (predisposición genética) y un medioambiente adecuado. El tabaco y el estrés son factores de riesgo muy importantes en la colonización de estas bacterias.
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